12.12.2006

Nuestro pueblo sin color..., y nuestra patria

Foto de la Plaza de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Posted by Picasa

12.01.2006

No fué la elección, definitivamente no.

El pasado domingo por la tarde viví, sin lugar a dudas, uno de los días más sorprendentes de mi vida dentro del escultismo. Fue un domingo soleado, después de una caprichosa semana friolenta, pudimos disfrutar un esplendido día; el motivo, la elección de un nuevo presidente de provincia, la Provincia Naucalpan. Todo parecía tan normal, una reunión más, una simple reunión más. Pero no, definitivamente no fue así. Todo comenzó, discurso de bienvenida, breve introducción de lo que se realizaría a lo largo del día, etc. Lo increíble de esto no fue la meticulosa organización con lo cual son planeadas este tipo de reuniones, tampoco el tacto con el cual son llevadas a cabo.
Lo que más me sorprendió fue, en primer instancia, el número de personas que asistieron, aunque cabe mencionar que se esperaba una mayor asistencia, aún así fue uno de los elementos que más me sorprendió; y en segundo lugar el trasfondo del objetivo por el cual nos encontrábamos reunidos. Quizá pueda sonar confuso, pero lo importante, en un punto de vista muy personal, no fue tanto la elección de un Presidente de Provincia, si no el trabajo de las personas. Esto es verdaderamente interesante. Bien podría uno pensar, para qué pasar un domingo esplendido sentado frente a varias personas tratando de explicar el presupuesto financiero de una pequeña asociación civil, cuando puedo estar disfrutando ese maravilloso día con mi familia, o bien con mis amigos, la respuesta es simple, y se resume en un una frase: amor al escultismo.
Suena raro. Es cierto. ¿qué otra razón sería? No lo sé, pero fue impresionante ver un salón lleno de personas que no tienen ningún otro tipo de interés, es simplemente el hecho de hacer escultismo para muchachos, personas preocupadas, interesadas, deseosas, dedicadas, sea cual sea la palabra, están allí sólo para…, para los demás. Cuántas veces no he escuchado, ‘es para que estén bien los muchachos’. Y es cuando nuevamente me vuelvo a sorprender. ¿Qué podemos obtener, después de todo esto? La gratificación de ver una generación que crece con valores y que al mismo tiempo nos ayuda a crecer más como personas, como verdaderos scouts.
Es difícil, muy difícil, tratar de explicar con breves palabras todo lo que paso por mi mente durante aquellas horas sentada frente a personas que días anteriores a la reunión pasaron horas enteras trabajando para lograr ese objetivo, informar a los demás, obteniendo nada, bien lo podrían pensar simples mortales, en cambio para nosotros como scouts todo lo que se puede llegar a obtener, puede sonar extraño, pero cierto cuando se comienza a ser parte de este gran movimiento, del trabajo de todas estas personas, se verá únicamente reflejado en los rostros de aquellos muchachos encontrando y disfrutando del verdadero escultismo.